Un dominio es, básicamente, una dirección de Internet (Ej.: www.tuempresa.com). Si adquieres un dominio, obtienes la exclusividad para usar dicha dirección en todo el mundo.
Durante el período que dure la contratación, nadie más podrá tener una página con tu nombre de dominio.
Además, no supone una gran inversión económica y proporciona una mejor imagen entre tus visitantes y de cara a posibles intercambios comerciales o de enlaces.
Los buscadores también colocan en mejor posición en sus listas de resultados a una página con dominio propio, lo cual revierte en una mayor audiencia.